
Numerosas referencias y relatos de la cultura popular sugieren que una vagina «apretada» (pero no demasiado apretada) es más deseable, mientras que una vagina «fofa» no lo es. Desafortunadamente, estas opiniones no solo son subjetivas y vagas, sino que también ignoran el complejo funcionamiento de la vagina, y además crean ansiedad en muchas mujeres.
Existe actualmente una gran cantidad de consultas en Internet con respecto al tamaño vaginal y si el hecho de tener relaciones sexuales cambia el tamaño de la vagina. A pesar de la creencia popular, el tener relaciones sexuales no cambia el tamaño de la vagina ni tampoco tiene impacto duradero en la tensión vaginal.
Que sucede con la vagina durante el sexo.
Con la excitación sexual, los músculos del suelo pélvico que rodean la vagina se relajan lentamente, abriendo la vagina para permitir la penetración. Este proceso puede llevar un tiempo, por lo que los juegos previos suelen ser una parte importante.
Antes, durante e inmediatamente después del sexo, la vagina es temporalmente más ancha de lo habitual. Sin embargo, cuando se completa la actividad sexual, los músculos elásticos alrededor de la vagina vuelven a su posición y forma originales, y el tamaño de la vagina retorna a su estado previo.
Recordemos que la vagina es una cavidad virtual que se hace real en la cópula o en el momento del parto.
Aunque algunas personas pueden sentir que su vagina están más apretadas o más sueltas en diferentes momentos, estas sensaciones pueden deberse a una serie de factores que no están relacionados con el tamaño real de la vagina. Por ejemplo, la ansiedad por la actividad sexual puede llevar a contraer y tensar los músculos del suelo pélvico, posiblemente haciendo que la vagina se sienta demasiado apretada para la penetración.
Alternativamente, ciertas posiciones sexuales pueden hacer que la vagina se sienta más apretada o más floja durante el sexo para algunas personas. Hablar abiertamente con una pareja sexual sobre cualquier ansiedad, preocupación o preferencia de posición sexual que tengas puede ayudar a facilitar un sexo más agradable.
Por último, es posible que con el tiempo, con el avance de la edad o después del parto, los músculos del suelo pélvico se debiliten, lo que hace que la vagina se sienta más floja. La fisioterapia del suelo pélvico y los ejercicios musculares del suelo pélvico, como el de Kegel, pueden ser opciones de tratamiento efectivas.
Si sientes cambios en tu vagina, nuestras terapeutas de piso pélvico pueden ayudarte.
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Urologia Peruana Dr. Susaníbar, Urólogos de Familia.
Fuente. Issm.com